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8 am, un hombre delgado se para en el retén de entrada al Zócalo, acompañado por un gordo mal encarado pide el paso y señala a sus espaldas -Soy Claudio, vienen conmigo- El oficial les dió el paso pero en el segundo retén, la discusión entre Claudio y Manuel (el gordo) con el militar, era la exigencia para que pasara “su gente” porque tenían que hacer su trabajo; el oficial les explicó que el protocolo era PRIMERO LA BANDERA y luego los contingentes, pero el alegaba “soy Claudio y esta gente es de prensa, TODOS TENEMOS LUGARES”.
Incómodos porque LA CNTE (Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación) se negó a levantar su plantón, algunos como Teresa Castell, comenzaron a provocar a la coordinadora, exigiendo que retiraran las vallas (que los mismos rosas contrataron) y dejaran de obedecer a López, ¿desconoce Castell que LA CNTE jamás ha obedecido a gobiernos o partidos? es increíble su desconocimiento de las luchas y actores sociales.
Mientras esto sucedía, un “retador” Clouthier posteaba en sus redes “(…)viejo pendenciero” (…)“cuándo has visto que un puerco suelte una mazorca? Nunca…se la tienes que quitar a golpes de participación!!!
Fernando Coca, reclamaba que no hubiera bandera, cuando ésta ya ondeaba; otros decían que un juez había obligado al presidente izarla, cuando el VIERNES 17 el presidente aseguró en la Mañanera, que la bandera ondearía.
Mientras, en otro lado de la plancha, repartían camisetas rosas, sombrillas y banderas en palos de madera; las provocaciones de Castell se repiten en otros puntos, algunos asistentes golpean a los miembros de la CNTE con las sombrillas y palos que irresponsablemente distribuyeron e invaden las zonas que habían
acordado respetar.
Arrebatan, golpean, exigen en una marcha que nada tiene de ciudadana y mucho, de grupo de choque en un Zócalo que no llenaron.
“Son unos pinches delincuentes”, dijo Claudio X refiriéndose a ellos en una reunión de la CONCANACO, previa a la represión a los maestros por Peña y que él apoyó. Para él y los que lo siguen son eso, “delincuentes” y al grito de “El zócalo es de nosotros, no de esos pendejos”, “pinches maestros analfabetos”, los “manifestantes” dejan el sello de su movimiento: clasismo, violencia y mentira.
Ana María Vázquez
Escritora
@Anamariavazquez
