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Con los resultados de las encuestas (serias), hasta la oposición ve la aplastante victoria de la doctora Sheinbaum, esperamos que la continuidad del proyecto que el presidente Andrés Manuel López Obrador siga y se fortalezca.
Es mucho lo que ha beneficiado al país la convicción de un solo hombre, pero surge la duda de la disposición de los ganadores morenistas de acatar las reglas o dinamitar un movimiento que costó mucho; me refiero a los “mágicos conversos” que ahora compiten por el partido cuando hasta hace poco eran fervientes opositores.
Preocupa que en la “elección popular” no se haya transparentado el proceso de postulación de muchos y muchas que hoy compiten con la certificación morenista. ¿Cómo piensan garantizar el apoyo incondicional a la doctora? ¿Cómo asegurarse de que no habrá otras “Lilly Téllez” cuyo obradorismo no duró ni 6 meses? ¿Era absolutamente indispensable abrir de par en par las puertas a todo “converso”?
A muchos de los que hoy se van a la disidencia se les lincha y aunque hay casos de evidente ambición, no todos pelean por “un hueso” ni todos se aliaron al “lado oscuro”, muchos lo hacen por el desencanto hacia las dirigencias; la bandera del #PlanC genera la esperanza de acabar de una vez con la corrupción en las instituciones empezando por el Poder Judicial, pero… ¿será ésta una visión real?, ¿las dirigencias han tomado en cuenta que los chapulines conversos pueden negarse a acatar la transformación?
La 4T debe seguir a fondo, sin vendepatrias o criminales de cuello blanco; que la corrupción se detenga; que haya leyes y justicia para todos; que no sea el país de un puñado de ricos; que la meritocracia desaparezca; que la homofobia sea solo una referencia en el diccionario; que el campo y el agua sean para los campesinos y ciudadanos y no de los corporativos; que la educación universitaria no sea privilegio de unos cuantos; que se erradique el abuso sexual y el maltrato a las infancias.
La lista continúa como si fuera una carta a Santa Claus y me queda claro que es labor de todos, confío en la doctora Sheinbaum, respeto y admiro a nuestro actual presidente y deseo que su herencia política no se convierta en el botín de unos cuantos.
Ana María Vázquez
Escritora
@Anamariavazquez