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Por Juan R. Hernández
En lo que va de la contienda electoral en la Ciudad de México, entre los candidatos se han manejado diversos tipos de patologías: la mitomanía, el narcisismo, la ira y el delirio de persecución. Y miren que podemos encontrar a muchos personajes que embonan en uno o varios de estos tipos.
Pero también los partidos políticos ayudan en esta tarea. Un ejemplo de ello son las recientes declaraciones de Morena en la CDMX, en particular cuando señaló que es urgente que Santiago “Tajada” acuda a un especialista para tratar su mitomanía.
Incluso, el partido guinda le mandó un mensaje al aspirante de la alianza “Va por la CDMX” al Gobierno capitalino. “Santiago, en tu video debiste mencionar que fue durante la administración de Miguel Ángel Mancera cuando el Cártel Inmobiliario de Benito Juárez se dio vuelo con la construcción de 118 niveles excedentes en 58 inmuebles”, le espetaron los morenistas.
Pasemos a otras patologías, esta vez en Movimiento Ciudadano. Varios integrantes del equipo “fosfo” engloban el narcisismo, la ira y el delirio de persecución. Nos referimos a los candidatos de los diferentes niveles: desde la jefatura de Gobierno de la CDMX, pasando por el Senado y hasta llegar a las concejalías.
Los aspirantes del partido naranja deben lograr el 3% de la votación a nivel nacional o, “ya de a perdis”, en la capital del país para pasar de panzazo, como ocurrió en el 2021, y así seguir disfrutando de los beneficios de estar en un partido político.
Y no me refiero a las jugosas prerrogativas que ascienden a cerca de mil 17 millones 335 mil 637.75 pesos para Movimiento Ciudadano, ni las oficinas en la Cámara de Diputados y el Senado de la República, ni mucho menos las dietas legislativas, sino a aquellas de poner candidatos a los diversos puestos de elección popular y las pluris para los machuchones.
Pero también hay otros padecimientos como la amnesia, que bien se puede aplicar a algunos personajes de la política, porque se olvidaron de los compromisos con los ciudadanos y ahora buscan el voto. Ahí está Sandra Cuevas que pasó de regalar pelotas en la Alcaldía Cuauhtémoc a los “chetos” como parte de su campaña.