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Luego de afirmar que pese a la balacera del pasado sábado, donde resultaron heridas dos personas, ninguna autoridad se ha presentado a investigar los hechos, el delegado municipal, Rodrigo Rodríguez Canseco, aclaró que la base policíaca no fue atacada, y mucho menos incendiada.
“Somos un pueblo sin Ley”, expresó, al considerar que debido a la nula intervención de la Fiscalía, Ejército y Guardia Nacional, hombres armados merodean las principales calles de la villa, situación que mantiene en tensa calma a los pobladores, ante el riesgo de que se vuelva a registrar otro enfrentamiento.
Rodríguez Canseco indicó que el domingo por la tarde el mando del grupo de uniformados municipales le reportó haber sido amenazado de que si no se retiraban serían agredidos, y que pese a comunicarlo a Seguridad Pública Municipal, la patrulla se retiró por falta de refuerzo policíaco.
Durante la refriega registrada casi a la medianoche, en pleno centro de la población se supo que dos masculinos resultaron heridos de bala, mientras que por temor nadie quiere hablar sobre los agresores, y a bordo de qué vehículos se movilizaron durante varios minutos por las principales calles.
Posteriormente corrió la versión de que la comandancia policíaca, ubicada frente a la antigua delegación municipal, había sido incendiada, lo que resultó falso, pues solo algunos proyectiles de las armas accionadas pegaron en dicha base, al igual que en cortinas metálicas de algunos comercios.
