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Juan R. Hernández
Para nadie fue un secreto que en el “Primer Debate Chilango”, el guión estaría escrito de la siguiente forma:
Santiago Taboada, candidato de la alianza “Va por la CDMX”, presentando un escenario catastrofista de una Ciudad de México supuestamente abandonada por Morena, y que él llegaría como un salvador de los capitalinos. Eso sí, haciendo a un lado los escándalos que rodean su administración.
Y, por el otro lado, Clara Brugada, candidata de la coalición “Sigamos Haciendo Historia”, defendiendo los programas sociales y educativos; la movilidad e infraestructura que les heredó la exjefa del Gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum.
También vimos a un Salomón Chertorivski, aspirante de Movimiento Ciudadano, que hasta llevó sus palomitas de maíz, intentando repetir la estrategia de Gabriel Quadri, al ver que era ignorado olímpicamente por los otros candidatos. Esto con la intención de sacar uno o 2 puntitos, no para ganar la jefatura de Gobierno capitalino, sino para salvar a MC de una inminente desaparición en la CDMX.
Sin duda, Taboada habló con muchas medias verdades y varias mentiras, pues se le olvidó que la capital del país es la Ciudad Mejor Conectada en Internet; innovadora en programas sociales; el trolebús Elevado y que el Cablebús precisamente conectó la zona oriente, que era de las más olvidadas por las administraciones tricolores.
Habría sido interesante ver si el panista se podría meter con facilidad a alguna colonia de Iztapalapa; viajar en el Metro, Metrobús o una combi, como lo haría cualquier capitalino. La realidad es que no lo ha hecho, al menos por curiosidad, para saber qué tan eficientes o no son esos servicios de transporte.
El debate dejó al descubierto que entre más lodo se aviente, saldrá mejor posicionado. Le apuestan los “analistas” a que los capitalinos no tiene poder de decisión y se dejarán llevar por un golpe espectacular, mientras que del lado del partido “fosfo”, el victimizarse le ayudaría a jalar una buena tajada de votos. Nada nuevo. Veamos cómo será el segundo debate