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REDACCIÓN, GRUPO CANTÓN
No cabe duda que la artista brasileña Gina Montes se ganó el corazón del público mexicano con su participación en “La Carabina de Ambrosio”, en donde trabajó al lado de César Costa y del inolvidable Mago, Beto el Boticario, Chabelo y muchos comediantes más; el programa fue uno de los más importantes de los años 70.
Durante ese tiempo, vedettes como Rosy Mendoza y Lyn May, así como la Princesa Yamal y la Princesa Lea, comenzaban a triunfar en los espectáculos nocturnos y en la pantalla grande con el famoso cine de ficheras, por lo que Gina de nombre real Regina Inés Barbosa Govea, y sus hermanas buscaron una oportunidad en México, así que viajaron al país en 1976.
Después de trabajar en el centro nocturno “La Ronda”, Gina debutó en la televisión “Vamos a cantar” que presentaba César Costa. La popularidad de Gina Montes creció, por lo que no sólo atrajo la atención de productores, sino también de importantes figuras de la política, como Carlos Castañeda Mayoral, quien era uno de los más cercanos a Arturo Durazo Moreno, mejor conocido como “El Negro Durazo”, jefe del Departamento de Policía y Tránsito en el sexenio de José López Portillo.
Según el libro “Lo Negro del Negro Durazo, publicado por José González González, se detalla que Durazo y Carlos Castañeda Mayoral, eran funcionarios corruptos, además de que supuestamente tenían nexos con la mafía y usaban el dinero de la corporación para poder darse una vida llena de lujos y dar costosos regalos a las vedette, como lo fue en el caso de Gina, quien tuvo que salir huyendo el país presuntamente al acoso del poderoso Negro Durazo.
¿Sabías qué?
La estrella de la Carabina de Ambrocio llegó a comentar que para salir adelante en Nueva York tuvo que trabajar de cocinera y bordadora.
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