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SEBASTIÁN RAMÍREZ
En 2018 triunfó el Movimiento social y popular más grande de la historia moderna en el país y probablemente en el mundo. El que encabezó en sus orígenes Andrés Manuel López Obrador y al que se sumaron millones de personas para acompañar las luchas de los olvidados por el neoliberalismo. Desde tiempo antes muchas y muchos sabíamos que era necesario regenerar nuestra vida pública después de tantos años de degradación, saqueo y una profunda corrupción que se convirtió en el sello de la casa de los gobiernos conservadores. Ni la represión ni los fraudes electorales pudieron detener la llegada de la Cuarta Transformación.
Este año el Pueblo de México tomará una decisión trascendental para los destinos de la Nación. La derecha le apuesta al olvido y a borrar la historia, sin embargo tenemos la responsabilidad de no permitir que nadie olvide lo que representa que los partidos del viejo régimen, ahora unidos, nos gobiernen, ni todo lo logrado por los gobiernos de la Transformación.
En estos últimos 5 años el Presidente López Obrador hizo una labor titánica para revertir los daños que nos heredaron más de tres décadas de neoliberalismo. A pesar de las resistencias, que no han sido pocas, logró rescatar nuestras empresas públicas y nuestra soberanía energética; se atendió al campo y se llevaron proyectos al Sureste para garantizar su desarrollo; el aumento histórico al salario mínimo nos permitió recuperar el poder adquisitivo como ningún otro país de Latinoamérica; se detuvo la tendencia al alza de homicidios a nivel nacional; regresaron los trenes de pasajeros; y lo más importante, cerca de nueve millones de mexicanos salieron de la pobreza. Este sexenio ha sido el más grande ejemplo de que administrando con honestidad el dinero público y erradicando la corrupción, se puede alcanzar el bienestar del Pueblo. “Por el bien de todos, primero los pobres”, no fue solo un slogan de campaña.
Este año las y los mexicanos tendremos dos opciones, dos proyectos de Nación que se contraponen y ofrecen visiones abismalmente distintas sobre la política y el servicio público. No podemos retroceder en todas las conquistas del Pueblo que se han materializado con la llegada de la Cuarta Transformación.