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ABRAHAM MENDIETA
Esta semana, concluyó el proceso de precampañas tanto para las aspirantes a la presidencia de la República, como para los distintos encargos legislativos federales, y el resultado es bastante evidente: MORENA estaría ganando la elección con una diferencia de tres a uno según todas las encuestas.
Esto es una pésima noticia para la oposición, y no porque tuvieran la más mínima esperanza de que Xóchitl Gálvez pudiera levantar, sino porque también estarían perdiendo los espacios que consideraban seguros como la mayoría de las plurinominales, e incluso se les dificultaría revalidar la victoria en bastiones que consideraban seguros como Guanajuato o Yucatán.
En otros estados como Chihuahua, en donde no se desarrollarán elecciones para gobernador, las encuestas dan una ventaja de 30 puntos de diferencia a favor de la doctora Claudia Sheinbaum, castigando la falta de coordinación, y el desborde en la corrupción que caracteriza a la Gobernadora panista María Eugenia Campos, más preocupada por sus viajes al extranjero, que por gobernar la entidad.
De los 32 estados del país, la oposición solamente podría presumir encabezar las encuestas en dos de ellos: Aguascalientes y Coahuila, en los que, además, la distancia se acorta muchísimo respecto a sus anteriores victorias en la anterior elección federal.
Y aunque los eventos masivos no son más que un ejercicio para mostrar el músculo político, el estallido popular ocurrido el pasado jueves en el Monumento a la Revolución, encabezado por la Doctora Claudia Sheinbaum, deja claro que la capacidad de organización y de movilización de La Cuarta Transformación supera por mucho a la que la oposición tiene, ya casi sin ningún gobernador.
Sospecho que el resultado de la precampaña muestra un camino muy similar y previsible al resultado de la elección.