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ANA MARÍA VÁZQUEZ
@Anamariavazquez
Una encuesta de la empresa De las Heras Demotecnia, publicada ayer en el periódico La Vanguardia, muestra que la aprobación del presidente es del 80%; en este sexenio la obra pública ha sido la más alta; el tipo de cambio se ha mantenido en niveles muy bajos, la inflación y el costo de los combustibles y energía eléctrica están controlados; las pensiones se reparten conforme a la ley; el aumento salarial ha sido el mayor en muchos sexenios; la conciencia social y política ha renacido lo mismo que el reconocimiento a los pueblos originarios, tierras y gente olvidada, nuestra raíz que pretendieron cegar en la dura pelea del neoliberalismo.
¿Ya somos Venezuela?, ¡por supuesto que no! ¿Obrador era realmente un peligro?, por supuesto que sí, lo era y el modelo 4T sigue siendo un peligro, un gran peligro para aquellos que quieren adueñarse nuevamente del país, como lo están haciendo ahora mismo con Argentina, en donde el costo de la vida ha subido al 200% y sigue subiendo, todo en beneficio de unos cuantos empresarios, como Elon Musk que aplaude a rabiar los enloquecidos discursos del Argentino en Davos, como lo hará Mark Zuckerberg, ahora convertido en el gran terrateniente de Hawái, o Bill Gates y Jeff Bezos, que con su negocio de carne artificial de su empresa Nature´s Find, pretenden cambiar (de nuevo), los hábitos alimenticios del mundo. La puerta abierta que Milei ha dejado al país fue la misma que en su momento se exigió al presidente Obrador y su respuesta fue firme en la defensa de la soberanía. ¡México, no se toca!
Solo esperan un pequeño resquicio para acudir a la carroña, y entre los que se sienten los grandes despojados del actual sistema, como Salinas Pliego o Claudio X, hacen la guerra mediática inflando la nota roja y mintiendo a la opinión pública.
Le falta a la 4T arrasar con la corrupción desde ministerios públicos a la Corte, pasando por fiscalías estatales y gubernaturas, y desmantelar las redes de narcotráfico, porque esto apenas empieza.
Lo más delicado está por hacerse, consolidar la recuperación del país y solamente lo lograremos con el voto y el “Plan C”. Piensa en tu voto, defiende tu tierra, no te enganches en las campañas del miedo.