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- Obras y promesas cumplidas, su base
- Combate a la corrupción, su principal fortaleza
- EPN, el peor presidente de la historia de México
JUAN R. HERNÁNDEZ.
A medida que se acerca el fin del primer sexenio de la “Cuarta Transformación” en México, el presidente Andrés Manuel López Obrador se posiciona como uno de los mandatarios con mayor nivel de aprobación ciudadana, según revela un estudio de opinión reciente llevado a cabo por Encuestas, Datos y Análisis de Grupo Cantón.
El 72% de los ciudadanos encuestados expresaron su aprobación hacia la gestión del presidente, destacando la aceptación significativa que ha logrado durante su mandato. En contraste, el 25% mostró desaprobación hacia su trabajo, mientras que un reducido 3% no pudo emitir una opinión al respecto.
Además, al explorar las percepciones de los ciudadanos sobre el futuro del país, se encontró que el sentimiento predominante es la esperanza, con un 55% de los encuestados manifestando este sentimiento.
Sin embargo, la incertidumbre también juega un papel significativo, siendo experimentada por un 30% de los entrevistados. Por otro lado, el miedo fue mencionado por el 14% de los participantes al pensar en el futuro de México.
Estos datos reflejan la fuerte aprobación que López Obrador ha obtenido durante su mandato, así como la mezcla de emociones y percepciones que los ciudadanos tienen sobre lo que está por venir en el país.
La mayoría de los ciudadanos parecen mantener una visión optimista, representada por un sentimiento de esperanza, aunque existe una proporción considerable que se ve afectada por la incertidumbre y el temor ante el porvenir.
RAZONES DE LA APROBACIÓN
Cabe señalar que en varios ejercicios realizados, por Encuestas, Datos y Análisis de Grupo Cantónel presidente López Obrador, se ha posicionado como el mandatario mejor calificado desde 1988, manteniendo un nivel de aprobación superior al 60%, lo cual contrasta de manera destacada con sus predecesores.
Este respaldo generalizado hacia el político Tabasqueño se fundamenta en varios frentes: la percepción de la población sobre su cumplimiento de promesas de campaña y su línea política centrada en el bienestar de los más desfavorecidos, como lo afirma su lema “por el bien de todos, primero los pobres”.
Asimismo, la lucha contra la corrupción ha sido uno de los puntos más elogiados, con un rotundo respaldo del 60%, un logro que supera significativamente a sus predecesores. Además, su enfoque en la reducción de la pobreza ha sido apoyado por el 65% de los encuestados, mientras que en la generación de empleos cuenta con un sólido respaldo del 57%.
La mejora del salario mínimo ha tenido un impacto positivo significativo en la economía de los trabajadores, siendo apoyada abrumadoramente por el 81% de los encuestados. En términos de política exterior, su manejo recibe un respaldo del 58%.
Además, la realización de obras en el país ha sido ampliamente reconocida, con un 63% de los encuestados afirmando que ha generado más obras que sus predecesores como el Tren Maya, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, el Tren Transístmico, carreteras, hospitales y concluir obras que se dejaron a medias en el sexenio de Enrique Peña Nieto.
EPN, EL PEOR PRESIDENTE DE LA HISTORIA
En el último año de su mandato, Enrique Peña Nieto finalizó con una sombría evaluación por parte de la ciudadanía mexicana, posicionándose como el presidente más desaprobado en las últimas dos décadas, según los resultados revelados por varias casas encuestadoras como Reforma, Mitofsky y El FInanciero.
En todos los sondeos, se revelaba que más del El 68% de los encuestados reprobaron la gestión del presidente saliente, marcando un contraste notorio con sus antecesores en el cargo. Ernesto Zedillo fue aprobado por el 59% de los ciudadanos, mientras que Vicente Fox y Felipe Calderón obtuvieron porcentajes de aprobación del 51%, números significativamente superiores a los registrados por Peña Nieto.
Esta desaprobación se fundamenta en la percepción generalizada de que temas cruciales para el país, como la violencia, la inseguridad pública, la corrupción gubernamental y la pobreza, se incrementaron notablemente durante su administración, según la opinión de entre el 62% y el 69% de los encuestados.
Asimismo, la evaluación negativa del gobierno peñista se extiende a áreas clave como educación, trabajo, salud, corrupción, economía y combate a la pobreza, donde la gran mayoría de los encuestados expresaron que no hubo avances significativos en el combate a la inseguridad pública, economía, corrupción y la pobreza.
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