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SEBASTIÁN RAMÍREZ
Ayer vimos en el Congreso de la Ciudad de México una larga sesión en la que las bancadas del PAN, PRI, PRD y MC se rehusaron a debatir y dialogar el dictamen que propuso la Comisión de Procuración y Administración de Justicia para ratificar en su encargo a la Fiscal Ernestina Godoy.
Una vez más la derecha demostró que está dispuesta a sacrificar los enormes avances que se han alcanzado en la Capital para transformar nuestro sistema de procuración de justicia con tal de mantener sus venganzas personales. Recordemos que desde que la aprehensión de su coordinador de bancada, Christian Von Roehrich, han agudizado la campaña de mentiras contra Ernestina Godoy, a pesar de que durante su administración en Benito Juárez desvió millones de pesos destinados a la reconstrucción tras el sismo de 2017.
La negativa de Acción Nacional para ratificar a la Fiscal sentaría un precedente peligroso para nuestra sociedad y manda un solo mensaje: que, si una Fiscalía se atreve a investigar y perseguir la corrupción, corre el riesgo de no ser ratificada o ratificado por quienes, lejos de representar a la ciudadanía, representan la impunidad. Esta es una conversación que debemos tener a futuro mientras existan legisladores que conciban este proceso como una negociación. La Fiscal lo dijo claro desde que inició este proceso: no hay ratificación que valga si ello implica negociar la justicia.
Acción Nacional y sus partidos aliados se retratan de cuerpo entero en cada oportunidad que tienen. No les importa la ciudadanía, ni las víctimas ni la justicia. Lejos de ser representantes populares, representan la corrupción y un voto por la impunidad.