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ANTONIO ATTOLINI MURRA
Estimado pueblo de Coahuila,
En los senderos de la derrota, alumbro mi pluma para comunicarles mis pensamientos más sinceros. En este cambio de estaciones, marcado por la asunción del nuevo gobernador Manolo Jiménez, encuentro la necesidad de compartir con ustedes mis reflexiones.
No debe ser la anterior derrota electoral de Morena una sombra que eclipse nuestro camino, sino un yelmo forjado en las llamas de la adversidad. En estos días de contemplación y reflexión previos a nuestra toma de protesta como diputados, he hallado en la caída de nuestros números y simpatías el tejido de mi carácter, donde la auténtica gloria no reside en las joyas del poder, sino en las lecciones que susurran las cicatrices de la batalla: lograr que la transformación llegue a Coahuila.
Ante ustedes me comprometo, no solo a no robar ni engañar, sino a no traicionar la confianza que en Morena han depositado. Pero permítanme revelar que mi ambición se encuentra en un rincón más profundo; no busco la gloria efímera de cargos, puestos o FIAT notariales, sino en la anhelada gloria de contribuir a la forja de un Coahuila renovado, próspero, con bienestar para todos y no solo para unos cuantos.
En esta odisea a la que he llamado proyecto, mi misión persiste: representar al pueblo de Coahuila con integridad y resguardar los pilares de nuestras principios. Afrontar las tormentas de la corrupción, la violencia y la intimidación del PRI-gobierno con la valentía de quien aprende de cada caída para erguirse con renovado vigor.
En este periplo, imploro su ayuda y colaboración. La democracia no es un espectáculo pasivo, sino una alianza entre los que representan y los representados. Aunque las sombras amenacen, confío en la resistencia y determinación del pueblo de Coahuila.
No subestimo los desafíos que se ciernen, pero tampoco menosprecio la fortaleza y determinación que emana de nuestra comunidad. En esta jornada, mi motivación va más allá de la gloria efímera; es la llamada a erigir un legado significativo para las eras venideras, a dejar un Coahuila que emane fortaleza y equidad.
En la batalla que se avecina, les ruego que me no me dejen solo. Necesito de su sabiduría, ingenio y crítica constructiva. Unidos somos artífices de nuestro destino, y juntos lograremos un futuro que resuene con nuestras aspiraciones y valores.
Con gratitud y determinación,
