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JORGE GÓMEZ NAREDO
@jgnaredo
La alianza PRI, PAN y PRD impidió que Samuel García se postulara a la presidencia de la República por Movimiento Ciudadano. Lo hicieron vía el Congreso del Estado de Nuevo León, donde García no tiene apoyo. La apuesta del PRIAN fue impedir que el voto anti-Morena y anti-AMLO se dividiera en el proceso electoral de 2024. Pero, ¿realmente sucederá eso? ¿La apuesta fue la adecuada? Veamos.
Samuel García sin duda tenía derecho a competir en el proceso electoral. Podemos estar o no de acuerdo con sus actitudes, con lo que representa, con la petulancia y el cinismo que muestra, pero no se puede con argumentos leguleyos impedirle participar en la contiende electoral. Es injusto lo que el PRIAN hizo con él, por donde se le vea.
Ahora bien, que no participe en la contienda (no cumple el requisito de separarse de su cargo 6 meses antes de las elecciones de 2024), ¿beneficiará al Frente? ¿Las personas que iban a votar por Samuel lo harán por Xóchitl Gálvez? Ahí hay un error de cálculo.
Quienes pensaban votar por Samuel García no lo hará por el PRI ni por el PAN. Es más, muchos se irán a Morena, y más ahora que ha quedado claro que quienes impidieron que Samuel participara en la contienda no fue ni Morena ni Andrés Manuel López Obrador ni nadie de la Cuarta Transformación, sino que fueron los del PRI y los del PAN, es decir, quienes están detrás de Xóchitl Gálvez. Es absurdo que esas personas voten por los partidos que le quitaron al candidato por el cual pensaban sufragar. Es de lógica.
Ahora bien, lo que está sucediendo es que entre el PRIAN y Movimiento Ciudadano hay una batalla campal, donde se están haciendo añicos. Eso beneficia sin duda a Morena, pues se demuestra que la oposición no sólo está desestructurada y sin un proyecto de nación, sino que la guía el odio y el resentimiento.
Así pues, la no participación de Samuel García no beneficia a Xóchitl, sino a Morena. Pero parece ser que allá, en el PRIAN, no lo comprenden. Es tan claro y no lo entienden…
