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SALVADOR GUERRERO CHIPRÉS
En varias alcaldías de la capital nacional habrá una disputa electoral cerrada.
Margarita Saldaña es una notable alcaldesa. Como una profesional de la actividad política, respaldada por su propia visión subrayadamente ciudadana, abierta y más colaborativa de lo reconocido en los partidos de la oposición, no tiene temor en ser consistente con el compromiso con el PAN. Eso no le ha impedido reconocer y colaborar con autoridades de Morena.
Durante su segundo informe como titular de la alcaldía Azcapotzalco, mencionó temas centrales por los cuales se justifica pensar a las alcaldías en el nivel más inmediato de gobierno respecto de las expectativas ciudadanas: seguridad, tránsito, gestión de peticiones de las cuales informó haber encontrado un rezago de 65 mil de ellas de la administración previa a cargo de Morena, desazolve, reorganización de los servicios urbanos dentro de los cuales destacó la iluminación.
Acudí invitado por Saldaña al encuentro asistido por los principales personajes del panismo capitalino. Me llamó poderosamente la atención su alusión positiva al Jefe de Gobierno de la CDMX, Martí Batres Guadarrama, de quien compartió en video un par de afirmaciones reconociendo avances en seguridad, así como la doble mención realizada al Consejo Ciudadano para la Seguridad y la Justicia de la Ciudad de México, el cual es invitado permanente del gabinete de seguridad encabezado por ella misma, lo cual solamente ha ocurrido con Iztapalapa.
Curiosamente, como en el pasado lo hizo con la entonces Jefa de Gobierno y ahora precandidata presidencial Claudia Sheinbaum, Saldaña ha resaltado en todo momento el trabajo institucional. Me atrevo a decir por encima de la obligatoriedad atribuida a su membresía dentro del panismo. Comenté a la senadora Kenia López: la mejor alcaldesa de Morena ha sido Clara Brugada y la de la oposición es Saldaña. Sonrió sin negar ni afirmar.
Azcapotzalco será una alcaldía competida.