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ANTONIO ATTOLINI
Como coahuilense y militante de Morena es imperativo examinar críticamente el modelo de desarrollo texano que algunos estados norteños de México han adoptado como ejemplo. Si bien Texas exhibe un crecimiento económico aparentemente sólido, una mirada más profunda revela que este modelo no es tan sustentable como parece.
Primero y ante todo, la dependencia del automóvil es una característica central del modelo texano. Según datos del Departamento de Transporte de Texas, el estado tiene una de las tasas más altas de emisión de gases de efecto invernadero debido al tráfico vehicular, contribuyendo significativamente al cambio climático. Esta dependencia también ha llevado a problemas de congestión del tráfico, con ciudades texanas como Houston y Dallas clasificadas consistentemente entre las más congestionadas de Estados Unidos, según el Instituto de Investigación del Transporte de Texas A&M.
En términos de vivienda, Texas ha experimentado un aumento alarmante en los precios de las propiedades, excluyendo a muchas personas de bajos ingresos del mercado inmobiliario. Según el Centro de Investigación Pew, la brecha entre los ingresos y el costo de la vivienda se ha ampliado en Texas, dificultando el acceso a la vivienda asequible para un número significativo de residentes.
Además, el modelo de desarrollo texano ha mostrado debilidades en el ámbito educativo y de salud. A pesar de su próspera economía, Texas tiene uno de los índices de educación más bajos y una de las tasas de seguro médico más altas en Estados Unidos, según datos del Centro Nacional de Estadísticas de Educación y el Instituto de Política de Kaiser Family.
Este enfoque unilateral en la expansión y desarrollo urbano sin considerar los impactos sociales y ambientales a largo plazo no es sostenible. Es esencial adoptar un enfoque más equitativo y sostenible que priorice el transporte público eficiente, la vivienda asequible, la educación de calidad y el acceso universal a servicios de salud. Al cuestionar críticamente el modelo texano y trabajar hacia soluciones más holísticas y equitativas, podemos construir ciudades verdaderamente sustentables en Coahuila.
