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El martes pasado en Acapulco, Guerrero, impactó el huracán más desastroso en la historia del Puerto. Desde el Paulina en 1997 no se registraba un desastre natural de la magnitud de Otis, huracán categoría 5. Durante las primeras horas fue difícil dimensionar las afectaciones, hoy que las conocemos con más precisión, sabemos lo que sucedió es devastador. El Presidente López Obrador visitó Guerrero desde el primer día a pesar de las dificultades aéreas y terrestres y de inmediato se desplegaron las instituciones del Gobierno Federal para encargarse de diversas tareas. Llegaron las y los titulares de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, de la Secretaría de Gobernación, del Instituto Mexicano del Seguro Social, de la Marina y el Ejército, y de la Secretaría de Bienestar y se instaló el Centro de Mando para atender los efectos de Otis.
Una de las principales afectaciones materiales es la falta de energía eléctrica. Además de lo grave que es para los hospitales y centros de salud, también dejó incomunicados a casi 1 millón de acapulqueños con sus familiares en el resto del país. La incertidumbre fue terrible. Afortunadamente en estos últimos días la Comisión Federal de Electricidad ha hecho un esfuerzo titánico por reestablecer la energía y es probable que esta semana quede lista para todas y todos los usuarios.
Es preocupante que a pesar de lo desastrosa y dolorosa que fue la situación para miles de hermanos y hermanas del Sur, la derecha quiera politizar la tragedia ajena y hasta hayan llamado a la ciudadanía a no donar en centros de acopio. Desde Morena Ciudad de México nuestro centro de acopio seguirá abierto de 10 AM a 6 PM en Viaducto Miguel Alemán 806, Colonia Nápoles. Aprovecho estas líneas para llamar a la ciudadanía a sumarse, si algo caracteriza a la Ciudad y a todas y todos los mexicanos es su solidaridad y empatía en los momentos más difíciles. Esta es la oportunidad para regresarle a Acapulco un poco de todo lo que le ha dado a México.