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ANA MARÍA VÁZQUEZ
Las manifestaciones en repudio a Israel, que ha calificado de “defensa” los ataques contra civiles en Gaza se han dado en varias partes del mundo, Inglaterra, Oslo, Francia, Australia, San Francisco y hasta en México. En Francia, los manifestantes han sido reprimidos violentamente. La información que logra filtrarse suma ya más de 1900 asesinados, 614 niños, 11 funcionarios de la ONU asesinados, así como 7 periodistas y medio millón de desplazados cuyo territorio ha sido bombardeado con fósforo blanco y más de 400 toneladas de explosivos; los grandes medios pretenden controlar el flujo de información, y desde Jerusalén se orquestan disposiciones para que la Unión Europea tome medidas restrictivas contra medios que permiten la difusión de información a la que tachan de “falsa” o de “contenido Ilegal”. Chu Zhi, el presidente de TikTok ha recibido una misiva del comisario europeo de Asuntos Digitales, Thierry Breton conminándolo a hacer una “distinción adecuada entre fuentes confiables y la propaganda terrorista”, en el mismo sentido ha sido la carta que recibieron Elon Musk dueño de la plataforma X y Mark Zuckerberg de Meta, Facebook e Instagram.
Tanto Musk como Zuckerberg han iniciado la “limpieza de sus plataformas a fin de evitar que la “propaganda nociva” llegue hasta los usuarios y muchas cuentas han sido eliminadas o restringidas, se espera que el silenciamiento de voces continúe, tal como sucedió durante la pandemia en la que muchas voces disidentes fueron borradas de las plataformas por “infringir la política de contenidos”. Hasta ahora en nuestro país, podemos ver todavía varias cuentas, sobre todo en TikTok que transmiten los bombardeos en tiempo real, aunque sin ningún tipo de audio que de contexto al usuario.
Poco a poco se oirán menos noticias sobre la masacre en Gaza y la toma de territorio y más propaganda en favor de Netanyahu sobre los que ha llamado “animales humanos” que “deberán ser arrasados de la tierra” para, seguir “conquistando territorio”, y poco a poco, entre la censura y la fuerza pública como se mostró en Francia, las voces serán silenciadas para que durante otros 40 o 50 años, nadie hable de la masacre que hoy sufre un pueblo.