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JORGE GÓMEZ NAREDO
@jgnaredo
Las pensiones a adultos mayores que se establecieron con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador significan un apoyo muy valioso para millones de personas, y un acto de justicia. A quienes durante toda su vida trabajaron y aportaron a este país, es justo remunerarlos en los años de su vejez.
Esta pensión fue duramente criticada por la oposición. Afirmaron que no se le debía dar a todos los adultos mayores, que no era justo, que era como tirar el dinero a la basura.
Intentaron impedir que la pensión a adultos mayores se otorgara y que se colocara como un mecanismo constitucional, es decir, que para echarlo abajo, se debe cambiar la Constitución.
La oposición no quiere que se le dé recursos al pueblo. Pero no han podido parar los programas sociales de AMLO. El año pasado, por ejemplo, el presupuesto para la pensión a adultos mayores fue de 339 mil millones de pesos. Una suma importante, pero que significa un acto de justicia social.
Operar un programa social así implica muchos problemas. Se tienen que distribuir los recursos a millones de personas, y ningún banco privado podía hacerlo en 2018. Por eso, durante los primeros años del gobierno, Una parte se repartió en efectivo y otra en banca privada. Y se decidió que fuera bimestral el apoyo, para tener capacidad de distribuirlo.
Con la creación del Banco del Bienestar y la construcción de miles de sucursales, ya se puede pensar en distribuirlo cada mes. Así lo dijo el presidente el viernes pasado en una gira por el Estado de México:
“Entonces, ya estamos buscando un acuerdo para que no se entregue bimestral, es decir, que no sea cada dos meses, sino que sea mensual la entrega. La misma cantidad, pero mensual. Y si podemos, quincenal, porque ya se tienen los Bancos del Bienestar, ya están las sucursales”.
Esto es una excelente noticia, y evidencia que el proyecto del presidente López Obrador de “por el bien de todos, primero los pobres”, no sólo se fortalece, sino que se consolida y se profundiza.