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Trabajadores evidencian red de capataces en moto para amedrentarlos a la salida
JUAN R. HERNÁNDEZ
“Ando buscando a alguien para matarlo” fue la amenaza que recibió una de las trabajadoras que se atrevió a denunciar maltratos y humillaciones en la alcaldía Cuauhtémoc, gobernada por Sandra Cuevas, quien al comentar esta situación con sus compañeros, descubrió que algunos de ellos fueron agredidos en sus zonas de trabajo y otros más, “fueron seguidos por sujetos en moto”.
“Estaba realizando mis labores en 5 de mayo cuando llegó un joven de unos 23 años, fuerte, chaparrito, moreno con una bermuda y una playera roja, se me acercó para decirme ‘ando buscando a alguien para matarlo” con una voz molesta, el hombre no estaba drogado ni borracho, me lo dijo en sus 5 sentidos y yo me asusté y corrí”, denunció la trabajadora.
“Después reaccioné y al regresarme le quise tomar una foto pero solo pude las espaldas porque se subió a una moto con otro tipo que ya lo estaba esperando”, señaló.
De acuerdo con testimonios de los trabajadores, que pidieron el anonimato a Diario Basta por temor a que se cumplan las amenazas, a partir de que hicieron su denuncia, les “comenzaron a pasar cosas raras como ver a personas siguiéndolos en moto al salir de sus centros de trabajo, otros mas fueron agredidos por drogadictos y vecinos que ‘nunca se habían metido con ellos’, y otras empleadas fueron acosadas en el transporte público”.
También revelaron la existencia de dos personas contratadas por la alcaldía, que están asignadas en cada territorial, los cuales presuntamente realizan las funciones de “capataces” para la administración de Sandra Cuevas; pero además, varios de ellos son los encargados de realizar la llamada “limpieza social” en la demarcación. Es decir, son los que golpean y corren a las personas en situación de calle.
“Son dos personas que se mueven en cada territorial, no tienen nombramientos, sabemos de su existencia porque son los que nos gritan que nos van a reportar si vamos al baño y no les avisamos, siempre los vemos que andan en las motos y también hemos sabido que han amenazado también a trabajadores de base que no le entran al juego de la alcaldesa”, comentó una de las empleadas.
Agregaron que no saben de dónde salen los recursos para el pago de estos individuos, pero son los que presionan a empleados que son adultos mayores, los asustan para que “manden el mensaje” a otras áreas y no protesten.
“En la anterior administración no había nada de eso y ahora, hasta amenazados somos por exigir que no nos humillen”, declaró una de las empleadas amenazadas que adelantó que tendrán una reunión para decidir quienes van a interponer la denuncia penal por amenazas.
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