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Redacción, Grupo Cantón
A pesar de la demanda presentada por el Gobierno federal de Estados Unidos para retirar la barrera de alambre de navaja y malla en la frontera Juárez-El Paso, el gobierno de Texas desafió esta acción y ordenó el refuerzo de las barricadas por parte de elementos de la Guardia Nacional de Estados Unidos. La decisión ha generado fuertes críticas por parte de migrantes y ambientalistas, quienes consideran que esta medida es inhumana y representa un riesgo para el ecosistema.
Migrantes que intentan cruzar la frontera han expresado su profundo temor y trauma al enfrentarse a estas barricadas con alambre de navaja, calificándolas como algo “horrible” y “psicológicamente traumático”. El peligro que representa esta alambrada ha sido evidente, ya que algunos migrantes han logrado cruzarla, pero a costa de enfrentar un riesgo considerable para su integridad física.
Las críticas también han sido dirigidas hacia el gobernador de Texas, Gregg Abbott, quien ha sido demandado por el Gobierno federal de Estados Unidos debido a la colocación de una barrera de boyas y otras infraestructuras en el cauce del río Bravo. Esta acción representa un claro desafío al Gobierno central y ha intensificado la tensión entre ambos niveles de gobierno.
El debate en torno a la situación en la frontera Juárez-El Paso continúa, mientras el gobierno de Texas se mantiene firme en su postura de reforzar las barricadas, a pesar de las críticas y demandas del Gobierno federal. La situación plantea un desafío ético y moral sobre el tratamiento de los migrantes y el respeto al medio ambiente, y seguirá siendo objeto de atención y análisis por parte de la sociedad y las autoridades.