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Salvador Guerrero Chiprés
La desigualdad de oportunidades y altas vulnerabilidades en materia de género han registrado un cierto alivio, así como la incidencia delictiva de alto impacto presenta disminuciones sostenidas.
Especialmente gracias a programas como la línea SOS Mujeres, *765, con la cual diversas instancias del gobierno de la capital nacional y organismos como el Consejo Ciudadano ofrecen un modelo para atender la violencia contra mujeres y, eventualmente, contribuir a la erradicación del riesgo feminicida.
Claudia Sheinbaum tomó la decisión política —que antes del 2019 se había evadido— para decretar, unilateralmente, sin presión de la autoridad federal, la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres y en el tránsito de ese compromiso nació esta línea en que convergen voluntades para dar atención multisectorial.
El martes, en el informe mensual de la Alerta de Género y primer aniversario de la estrategia *765, la Fiscal General de Justicia, Ernestina Godoy, resaltó elementos que antes de 2019 obstruían la disminución en feminicidios: ocultamiento sistemático de casos o llegar al absurdo de culpar de la muerte a la víctima.
Operada por la Secretaría de las Mujeres, encabezada por Ingrid Gómez, con esa herramienta se han atendido 89 mil 389 llamadas, y más de mil 500 víctimas salieron de la situación de riesgo feminicida.
Los feminicidios bajaron 26 por ciento en el periodo enero-15 de julio de este año, respecto al mismo de 2020. Una tendencia que se corresponde con la baja de 57 por ciento en delitos de alto impacto.
Ayer, el Jefe de Gobierno, Martí Batres, al encabezar el gabinete de seguridad en Iztapalapa, junto con la alcaldesa Clara Brugada, reconoció la estrategia impulsada por Sheinbaum Pardo, quien recibió en 2018 los índices más elevados.
En seguridad ya no hay retroceso; con las mujeres, seguimos en alerta por todas.