Visitas
Ambos se adjudican la creación del programa de beneficio a los adultos mayores que se dio en 2001 en la Ciudad De México y en 2003 a nivel federal
REDACCIÓN GRUPO CANTÓN
CIUDAD DE MÉXICO. -Los expresidentes Felipe Calderón Hinojosa y Vicente Fox Quesada sostuvieron un pleito en redes sociales cuando ambos se adjudicaron la autoría del programa de asistencia social Programa de Pensión para Adultos Mayores del gobierno de la Cuarta Transformación.
En sus argumentos, los exmandatarios federales “desmintieron” las palabras del presidente López Obrador sobre la creación del pro[1]grama de bienestar hacia los adultos mayores. El guanajuatense escribió:
“¡Que no te engañen! Con los gobiernos del PAN, empezó el programa de adultos mayores y se crearon programas sociales que sí beneficiaban a la gente, la diferencia es que se usa hoy con fines político electorales”. Mientras que el michoacano, también mediante redes sociales expuso: “El programa 70 y más empezó durante mi gobierno. #70+.
El seguro popular lo diseñó el Dr. Julio Frenk, pero la primera vez que tuvo un presupuesto real para ponerlo en operación fue en 2007, también en nuestra administración y cuadruplicó su presupuesto hacia el 2012 para incluir, entre otros, la cobertura de tratamiento y medicinas para el cáncer, especialmente de niños y jóvenes.
De acuerdo a la información presentada por el Gobierno de México, la Pensión de Adultos Mayores dio inicio en 2001 en la Ciudad de México, mientras el cargo de jefe de Gobierno de la capital lo ocupaba el ahora presidente López Obrador.
En ese año se determinó que a partir de los 70 años todos los ciudadanos y ciudadanas de la capital serían beneficiarias y beneficiarios de una pensión alimentaria de carácter universal, posteriormente el apoyo fue para quienes cumplieran los 68 años.
Aunque a nivel federal, fue en el sexenio de Fox Quesada, en 2003, cuando se implementó, a través el programa “Atención a Adultos Mayores”, con el cual se otorgaría un apoyo económico era de 700 pesos al mes, que beneficiaron a un millón 300 mil adultos mayores de 60 años que vivieran en comunidades de alta marginación, poblaciones rurales o en el umbral de la pobreza alimentaria