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Representantes tradicionales anunciaron que ambas alcaldías aprovecharán para hacer nuevos desarrollos inmobiliarios
Omar Montalvo
Ciudad de México. – Las autoridades tradicionales de los pueblos originarios cercanos al Estadio Azteca rechazaron que el Plan General de Desarrollo (PGD) y el Programa General de Ordenamiento Territorial (PGOT) les traiga algún beneficio, y que por el contrario peligran sus comunidades en las alcaldías Tlalpan y Coyoacán.
Señalaron que como la Secretaría de Pueblos y Barrios Originarios y Comunidades Indígenas Residentes en la Ciudad de México (SEPI) desconoce a Santa Úrsula Coapa y San Lorenzo Huipulco, estas comunidades pierden derechos dentro de esas demarcaciones.
Asimismo, alertaron que ahora que las autoridades de Tlalpan y Coyoacán tendrán la facultad de definir el uso de suelo, eso les facilitará la creación de nuevos desarrollos inmobiliarios.
“Las alcaldías han demostrado ser entidades cuya forma de sostenibilidad financiera implica el desarrollo de construcciones, permitir que este nivel de gobierno haga la planeación de la ciudad es dar mayor campo de acción para la construcción desordenada y caótica”.
Lo anterior tras los casos de la alcaldía Benito Juárez, donde el Cártel Inmobiliario facilitó la extinción del pueblo de Xoco y Santa Cruz Atoyac para levantar Torre Mítikah y los proyectos City Towers.
El pronunciamiento lo firmaron las comunidades originarias de Santa Úrsula y San Lorenzo Huipulco debido a que, al dejar de ser reconocidos como pueblos originarios, pierden el derecho a una consulta vecinal para evaluar la aceptación de los trabajos de remodelación del Estadio Azteca, una de las sedes para el mundial de futbol en 2026.
Por la magnitud del proyecto, activistas y expertos alertaron también sobre la escasez de agua potable en la zona; problemas con el hundimiento del suelo, el colapso del drenaje, y el encarecimiento de los servicios básicos.
“Queremos una planeación que piense primero en la vida antes que en la mercancía. Para ello necesitamos que las y los habitantes participen, se manifiesten y se visibilicen ante la imposición de un desarrollo que atropella la posibilidad de construir un futuro”, afirmó Rubén Ramírez, autoridad tradicional de Santa Úrsula.
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