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Alejandro Armenta Mier
Cuando hablamos de los derechos de la mujer, nos referimos a aquellas facultades que le permiten tener lo que necesitan para vivir y desarrollarse de una manera plena en su vida diaria en sociedad y, sobre todo, respetando y salvaguardando su integridad física, psicológica, sexual. Ponderando la dignidad y ejerciendo la igualdad, se asegura lo que les corresponde y que, además, está plasmado en diversas legislaciones y tratados internacionales, que promueven y procuran los derechos de las mujeres.
Es lamentable que hoy en día siga existiendo violencia contra las mujeres, pero sobre todo en grupos vulnerables, como lo son las mujeres indígenas y es que este fenómeno se produce desde diversas estructuras (familiares, domésticos, persona les, comunitarios, sociales, entre otros) que potencializan las desventajas y desigualdades de segmento de la población.
Si bien es cierto, el Estado mexica no ha llevado a cabo diversos esfuerzos para proporcionar los medios lega les y materiales que coadyuven en la promoción y aplicación de los derechos humanos de las mujeres indígenas, es importante fortalecer las áreas de oportunidad que, mediante el quehacer legislativo propone, tales como canalizar estos casos de forma inmediata con las autoridades correspondientes para brindarles la atención psicológica necesaria de forma bilingüe, considerando los casos en los que solo hablan su dialecto.
El derecho de las mujeres es para todas sin importar raza, credo o condición social y económica.
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