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En la película Toni Collete, Monica Bellucci y Eduardo Scarpetta hacen excelentes interpretaciones en guiños a la obra de Coppola
Karen Ávila
Nadie que sea amante del buen cine podrá olvidar El Padrino, icónica obra de Francis Ford Coppola, la cual nos presenta a los Corleone, una de las cinco familias que ejercen el mando de la Cosa Nostra en la Ciudad de Nueva York. La película presenta principalmente la historia de Michael, hijo menor de la familia, quien, por las circunstancias, tendrá que tomar la batuta familiar de un negocio que para nada es sencillo.
Hecho similar sucede con Kristin en La Heredera de la Mafia, en donde los diversos acontecimientos la llevarán de viaje a Italia para descubrir que su familia forma parte de la mafia. Sin embargo, la comedia, lejos de generar un buen sabor de boca para los comensales, hace que uno se plantee sí la ejecución fue la adecuada.
Lo anterior dicho es porque contaba con elementos para triunfar, como Toni Collete, a quien siempre es un placer ver en pantalla, pues puede efectuar cambios que parecen verosímiles y hace que nuestra protagonista pase de una mujer insegura a una que le encuentra mucho sentido a la vida, luego de que su hijo se fue a la universidad.
En la película, Monica Bellucci y Eduardo Scarpetta también hacen excelentes interpretaciones y, además, se presentan guiños a la obra de Coppola, como la icónica escena en la que Kay se da cuenta de que lo que dice Connie, hermana de Michael, es cierto, pues lo saludan con el nuevo Padrino y le termina cerrando la puerta en la cara. Sin embargo, parece que la anécdota que pretendía dar risa, se queda en un chiste mal contado.
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