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Jorge Gómez Naredo
Lorenzo Córdova, consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), está por dejar su cargo. Tiene en esa institución más de 12 años, y en la presidencia del instituto, gracias a los cambios administrativos, más de 9 años.
Abandonará el cargo el próximo 4 de abril, es decir, en menos de dos semanas. Está en ese momento en que ya no debería ni hacer giras ni decir nada, sólo dejar ordenado administrativamente el cargo a quien lo
sustituya. Pero Lorenzo no ha hecho eso. Se armó una gira por Estados Unidos para repetir a donde va que la democracia en México está en riesgo, que el INE está en peligro, y que el gobierno federal, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, es el culpable de todo ello. Se reúne con actores políticos en Estados Unidos para convencerlos de que en México hay riesgo de perder la democracia. Por ejemplo, ayer, acudió a una reunión con Luis Almagro, presidente de la Organización de Estados Americanos (OEA), y quien es considerado el hombre que más apoyó el golpe de Estado en Bolivia. Además, es conocido por buscar la desestabilizar de gobiernos como los de Venezuela y Cuba.
En el mensaje que dio Almagro, dijo: “Me reuní con Lorenzo Córdova, consejero presidente del INE. Dialogamos sobre la necesidad de transparencia en los procesos electorales y en el desarrollo que han tenido el INE al respecto, destacándose la imparcialidad y capacidad profesional de sus funcionarios”.
Y uno se pregunta: ¿qué hace Lorenzo Córdova, quien ya prácticamente va a salir del INE, visitando al presidente de la OEA? La intención es muy clara: quiere dejar la percepción en el extranjero de que el gobierno
de Andrés Manuel López Obrador está en contra del INE y de la democracia. Esta estrategia no es algo nuevo, y la OEA la ha usado para golpear a gobiernos progresistas.
Así pues, la reunión de Córdova y Almagro no es de cortesía, sino que es algo que va más allá: es la necesidad de la derecha de ir colocando, mentirosamente, la duda sobre el carácter democrático del gobierno mexicano.
