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Antonio Attolini Murra
Es increíble el clasismo que persiste en nuestra sociedad. Un milagro más de la Cuarta Transformación es que se ha puesto en descubierto a barbajanes y maleantes que antes se escondían detrás del velo de lo políticamente correcto y que ahora, con tal de llevar la contra al modelo de país que se impulsa desde el gobierno, salen a relucir con los peores argumentos en contra de los programas sociales y sus beneficiarios.
¡Qué bueno! Así podemos vencerlos tal cual son y avanzar a una sociedad de derechos y de libertades. ¡Cuanto odio han proliferado en contra de la declaración que hice sobre qué los estudiantes becados pueden
usar su dinero para echarse una cerveza si así lo desean! Me han acusado de ser promotor del vicio, de la corrupción y de la haraganería. Porque cualquiera puede tomar una cerveza como parte de su ocio y recreación sana y con medida, pero no sea un estudiante becado porque entonces ahí sí se están comprometiendo las finanzas públicas del Estado. Peor aún, la beca (que se otorga a estudiantes que están matriculados en la escuela y que asisten y toman clase) les ha hecho creer a señoritingos y señoritingas que dichos estudiantes son sus empleados, que son sus subordinados y que pueden decirles que hacer porque ese dinero proviene de “sus impuestos”.
Barbajanes de primera, no soportan que en este país ahora se trate a los jóvenes como sujetos de derecho y no como carne de cañón como se refirió a ellos el narco presidente de Felipe Calderón. ¿Se acuerdan?
“Daños colaterales”, nos dijo. Consideramos que una beca ayuda a que una persona se mantenga en la escuela porque le permite tomar decisiones gracias al ingreso extra que recibe. Comprar útiles, uniformes, tomar el transporte público o el taxi… así como también poder comprarse algo para su sana diversión. Todos pueden hacerlo, ¿menos los estudiantes que están becados? Y no es que estén becados en sí mismo sino que sea una beca del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. De nadie he escuchado quejarse de los estudiantes de posgrado o doctorado que con sus becas CONACYT compren lo que ellos quieran.