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Jorge Gómez Naredo
Un día, un país muy poderoso, quizás el país en ese momento más potente del mundo, se enojó tanto porque una pequeña nación se le insubordinó, que decidió aislarla del mundo. Para ello, les impuso un bloqueo.
Pensaba ese país poderoso que, en unos cuantos meses, el gobierno de esa nación tan pequeñita, que era además una isla, se caería. Y ya van más de 60 años, y ese país pequeñito con ese gobierno revolucionario, no se cae. Resiste. Es rebelde.
Ese país poderoso se llama Estados Unidos, y esa nación heroica que no se ha dejado vencer y que además es una isla, es Cuba. El lunes y el martes pasados, en esa isla, se celebró el Coloquio Internacional “Patria”. Asistieron periodistas, activistas y comunicadores de medios digitales.
La intención fue abordar el tema de la desinformación, los discursos de odio y el bloqueo digital en América Latina. Para nadie es un misterio que las derechas, aunque a veces parezcan separadas y peleadas, siempre están juntas. Siempre actúan de forma coordinada y a nivel trasnacional. En América Latina, por ejemplo, los medios de derecha (que son casi todos) en muchas ocasiones han provocado la desestabilización en naciones que democráticamente eligieron a gobiernos izquierda. Así sucedió recientemente, por ejemplo, en Bolivia.
Y es que buena parte de los medios de comunicación conservadores tienen como objetivo -más que informar a la gente de lo que sucede en su entorno- golpear a gobiernos que han sido elegidos democráticamente y que buscan generar condiciones de igualdad, equidad y justicia.
Por eso fue tan importante el Coloquio Internacional Patria, porque ahí se discutieron qué tareas se pueden llevar a cabo para enfrentar a la desinformación, a los discursos de odio y al bloqueo que no pocas empresas de redes sociales hacen a corrientes de izquierda.
Y es que, para generar un periodismo comprometido con informar, y que busque además visibilizar problemáticas que ciertos poderes ocultan, es necesario la formación profesional. Muchos temas se trataron en el Coloquio, y mañana hablaremos de ellos.
