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Juan Hernández
Luego de la balconeada que le puso el presidente Andrés Manuel López Obrador al alcalde de Benito Juárez, Santiago Taboada, al dedicarle la frase “ahí donde han hecho unas transas inmobiliarias tremendas”, la realidad es que las mega construcciones autorizadas en ese territorio panista comienzan a cobrar factura.
Para muestra está el problema del agua y la situación legal en la que están cientos de familias que no han podido legalizar sus propiedades. Pero, además, ahí se tiene el ejemplo del reciente sismo de Turquía, en donde afloró la corrupción inmobiliaria que ocasionó miles de muertes y ahora hay muchos empresarios constructores que ya están siendo procesados por esta tragedia.
En el caso de México, solo falta esperar que las construcciones que excedieron los pisos autorizados no representen un riesgo para las familias que los habitan, así que todavía falta mucho para que se acabe este escándalo inmobiliario y los funcionarios que ya están en la mira de las autoridades.
¿Será que les están dando la señal a los involucrados para que se acojan al Criterio de Oportunidad y que sus sanciones sean menores antes de que los pajaritos comiencen a cantar todas las melodías que se saben de estos años? Al tiempo.