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Jorge Gómez Naredo
No se puede negar, y no se pretender negar: ayer, miles de personas llenaron el zócalo de la Ciudad de México. ¿El motivo? Supuestamente defender al Instituto Nacional Electoral (INE). La cuestión es que el INE no está en riesgo.
Los miles de personas que ayer acudieron al zócalo de la Ciudad de México, lo hicieron guiados por una mentira: que la democracia mexicana estaba en peligro. La democracia no corre riesgo. El famoso Plan B que propuso el presidente Andrés Manuel López Obrador y apoyó Morena fortalece nuestro sistema electoral, lo hace más eficientes y mucho menos costosas las elecciones.
Desde que el actual gobierno llegó se estableció una política de austeridad. Ésta ha traído grandes beneficiados, pues con el dinero ahorrado, se distribuye mejor la riqueza y se beneficia al pueblo. Sin embargo, hay personajes que han luchado para que esa austeridad no se lleva a cabo. Lo han hecho, por ejemplo, los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y también los consejeros del INE.
El Plan B son medidas de austeridad y de eficacia en cuanto a la operación de nuestro sistema electoral. Quienes fueron a la concentración ayer en el zócalo, piensan que ese plan acabará con la democracia y nos llevará a la dictadora. Es decir, actúan basados en una mentira.
Esa mentira ha sido difundida masivamente por los medios de comunicación cercano a la derecha Sí, ayer miles de personas llenaron el zócalo guiados por la desinformación. Y también -no se puede negar- por el odio que les genera el presidente. Así pues, la marcha de ayer fue una marcha de mentiras y, también, odio. Y eso nadie lo puede negar.
