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Ana María Vázquez
El hijo de Juan Nicolás y Chelito había llegado
a la colonia Romero Rubio con sus padres al final
de la década de los 60, huyendo de la pobreza de Michoacán, apodado el “Chango”, ya era famoso
en la secundaria por su crueldad y rencor y una averiguación previa de 1987 lo inculpaba como cabecilla dedicada al robo a casa-habitación.
Un inexplicable y meteórico ascenso lo sitúa primero al mando de Vicente Fox y luego, a cargo de la seguridad al frente de la Marina Armada de México, para dar paso a la toma de posesión de Felipe Calderón.
Inquieto, tartamudo, de rostro inmutable, se había ganado ya el mote de “la metralla” y desde 2006 permaneció cuidando los pasos de Felipe Calderón a la par que formaba un grupo selecto de subordinados incondicionales comenzaron a relacionarse con el crimen organizado mientras creaban una pantalla de protección y eficiencia que, junto con los archivos del Cisen que conservaba para su uso personal, servía para chantaje y extorsión, lo mismo que sirvió en su momento al director del FBI desde 1924 hasta 1972, J. Edgar Hoover, cuya historia tal vez fue el modelo a seguir de este “superpolicía” mexicano.
Como él, se dedicó a crear la imagen de un corporativo invencible a su mando; el espionaje y la extorsión marcaron su huella, misma que aderezó con la fabricación de montajes, sobre todo de secuestros que luego fingía resolver en mediáticos dispositivos transmitidos en directo.
Los informes filtrados de la época detallan escuadrones de la muerte creados por el corporativo de García Luna para cobrar venganzas, contra enemigos, rivales o periodistas que se atrevieran a levantar la voz.
Se dice que un supuesto chantaje a Beltrones fue el que posicionó a García Luna entre los favoritos de Calderón; conversaciones grabadas hicieron doblar las manos hacia el político panista y el favor no lo olvidaría aunque, años después, el expresidente negara “calderónicamente” desconocer las actividades de su hombre fuerte, cosa que por supuesto, sigue negando hasta la fecha.
Un mensaje que ha permanecido oculto en las redes de Josefina Vázquez Mota dice: “un saludo para Genaro García Luna, quien nos graba en lugar de grabar al ‘Chapo’; un saludo muy amoroso a Alejandra Sota que filtra todas nuestras llamadas telefónicas”… y de eso Calderón no sabía.