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Juan Hernández
Como balde de agua helada le cayó al bloque opositor, legislativo y de alcaldes, el anuncio de la entrada de la Guardia Nacional a las instalaciones del Metro, para salvaguardar a los poco más de 4.5 millones de usuarios que toman a diario este transporte. Lo curioso de este asunto es que quienes pedían mayor
vigilancia en el metro ahora ya dicen que es militarizar, ¿quién los entiende?
Sólo hay que recordar cuando la GN entró a Pemex y el huachicoleo disminuyó de manera drástica. Y a otro que no le gustó nada fue a Fernando Espino,
líder del Sindicato Nacional de Trabajadores del Metro, quien asegura que nunca se han provocado incidentes por parte de los trabajadores y que las fallas son por la falta de elementos de buen mantenimiento: “no necesitamos más seguridad”.
Dice que no hay nada anormal y son fallas típicas; y en un tono, incluso hasta conciliador, dijo que buscará sentarse a la brevedad con la Jefa Claudia para
que sepa lo que está ocurriendo en todas las áreas.
Mientras en el otro lado se desgarran las vestiduras, se olvidó que la economía de la CDMX inició con el pie derecho el Día de Reyes, al reportar la Sedeco a cargo de Fadlala Akabani una derrama de 4 mil 988 millones de pesos, superando por 549 millones de pesos la registrada en 2022, y van por más.