Visitas
Brigadistas declaran que talamontes antes eran secuestradores y huachicoleros; están coludidas las patrullas de Morelos
Omar Montalvo
Ciudad de México. – Incluso el crimen organizado quedó afectado por la pandemia de coronavirus que azotó el mundo desde 2020, pues de acuerdo con el Heroico Cuerpo de Brigadistas de Tlapan dedicado a vigilar la zona boscosa de la demarcación, los grupos que actualmente se dedican a la tala clandestina antes del Covid-19 se dedicaron al huachicoleo, al secuestro y al cobro de piso.
Los integrantes del Cuerpo de brigadistas de Tlalpan han alertado a distintas autoridades de seguridad, pues los grupos de talamontes, dejaron de operar en la noche, pues aprovecharon la ausencia de los vigilantes forestales durante la pandemia para trabajar durante el día lo que llevó a la pérdida de casi 4 mil hectáreas de bosque, que corresponde a un 13 por ciento del territorio de Tlalpan.
La confianza con que suben los talamontes se debe a que van armados y hasta escoltados por patrullas de Morelos, pues al derribar de forma seguida las especies arbóreas les es más difícil esconderse de los brigadistas, comuneros y autoridades.
Los guardabosques refieren que una de las rutas por las que entran los talamontes es la carretera Federal México-Cuernavaca, por la falta de vigilancia de las autoridades de Morelos en las zonas de Tres Marías y del Municipio de Huitzilac, ya que cada vez son más recurrentes los enfrentamientos armados con taladores, pues en 2022 contaron al menos 15, entre los cuáles un brigadista salió herido.