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La joven salió de su domicilio y, días después, fue encontrado su cadáver en la zona arqueológica de Teotihuacán.
Redacción Grupo Cantón.
La transfobia es la falta de confianza o la incomodidad y no aceptación de las personas transgénero, aquellas personas que cambiaron de sexo físicamente por considerar que el sexo con el que nacieron no es el adecuado. La discriminación a este grupo de la sociedad ha ocasionado que no tengan una vida plena, ya que en infinidad de espacios han llegado a ser desplazados, violentados y, en casos más extremos, les han arrancado la vida.
TRANSGÉNERO
Ximena ” N”, de 28 años era una mujer muy alegre y simpática, la cual decidió someterse a varias operaciones y constantes tratamientos para cambiar de género, pues fue en la adolescencia que, según conocidos, tomó la decisión de convertirse físicamente en mujer. Fue en 2012 que su vida dio un giro de 180 grados pues, por fin, pudo cumplir uno de sus mayores sueños, el de cambiarse el nombre y llamarse Ximena. Aquel día la joven se sintió completamente feliz, al saber que ante la ley era reconocida como una mujer en la sociedad.
DISCRIMINACIÓN
Luego de la transformación de Ximena, para aquellos que no la conocían era una mujer muy guapa e inteligente, pero, algunos otros que conocían su pasado en repetidas ocasiones la hicieron sentir mal a través de comentarios despectivos. Pero ella, era una mujer fuerte y hacía caso omiso a las provocaciones, pues era una chica carismática y optimista, segura de sí misma y de lo que quería ser en la vida.
CADÁVER
“Llamo porque mi hija está desaparecida”, dijo la madre de Ximena, quien al ver que no regresaba luego de salir de casa, contactó a las autoridades para denunciar su ausencia. Familiares y conocidos comenzaron a buscarla por cielo mar y tierra, pero al ver que no la encontraban y que ninguna autoridad les daba respuesta, se trasladaron de nuevo con la policía. “Vengo a denunciar la desaparición de mi hija, ella no ha regresado a casa desde hace varios días”, expresó la mujer a los uniformados a punto de perder la cordura.”¡Ya no puedo más!”, dijo y jamás imaginó que vendrían cosas peores.
TRASLADO
“Soy policía de la Secretaría de Seguridad ¿usted es la madre de Ximena?”, expresó un oficial. “¡Sí, soy yo!”, respondió la señora. “Necesito que venga a la siguiente dirección pues encontramos el cuerpo de una joven con características muy similares a las que usted describió”, añadió el oficial. “¡No puede ser, ojalá no sea mi hija”, respondió la madre horrorizada, al mismo tiempo que colgaba el teléfono y salía corriendo de su domicilio! Al llegar a la zona arqueológica de Teotihuacán, a un costado de la Pirámide de la Luna, la mujer cayó de rodillas, pues no creía lo que sus ojos estaban viendo. Desafortunadamente eran los restos de Ximena, “¡Nooo… por favor! ¿Por qué Dios mío?, gritó con el alma y el corazón hechos pedazos. Después se enteró que el cuerpo de su amada hija fue localizado por vecinos, a un costado de la Pirámide de la Luna en dicha zona arqueológica; Ximena se encontraba amarrada con un lazo a un árbol. Alguien, había terminado con la vida de la joven, a quien poco le duró el gusto de cumplir su mayor sueño que era convertirse en mujer.
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