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Jorge Gómez Naredo
Durante su participación en la Feria internacional del libro de Guadalajara, la diputada Margarita Zavala, quien fuera candidata a la presidencia de la República en 2018, aseguró que el Instituto Nacional Electoral (INE), la “aplastó” cuando intentó, junto con su esposo, el ex presidente Felipe Calderón, cumplir con los requisitos para registrar un partido político (el no nacido Mexico Libre).
En la misma intervención, Zavala anunció que votará en contra de la Reforma Electoral que propuso el presidente Andrés Manuel López Obrador, pues si esta se aprueba, el INE perderá autonomía, caerá en manos de AMLO y la democracia fenecerá en México.
La señora Zavala se contradice, pues afirma que fue AMLO, quien vía el INE, la aplastó, pero votará en contra de AMLO para que el INE continúe siendo independiente.
Esta declaración puede parecer cantinflesca, pero no lo es del todo. En realidad evidencia las profundas contradicciones de quienes afirman defender al INE.
La supuesta defensa del INE en realidad es un ataque al actual gobierno. A los defensores no les interesa profundizar la democracia, ni evitar fraudes electorales, solo buscan impedir que se consolide un modelo de Estado donde sea el pueblo quien mande y no unos cuantos potentados.
Así pues, aunque parezcan ilógicas las declaraciones de Margarita, en realidad reflejan lo que la oposición es: golpismo a como dé lugar, aunque se caiga en el más grotesco, ridículo.