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Jorge Gómez Naredo
La Comisión para la Verdad y el Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa hizo una investigación excepcional, con datos, entrevistas, documentos, en
fin, con una cantidad muy amplia de información de muy variadas fuentes que permitió establecer qué sucedió con los estudiantes desaparecidos.
Por supuesto que los resultados de la investigación que presentó la Comisión generaron muchas reacciones por parte de quienes están involucrados en los hechos. La más reciente: desacreditar toda la investigación porque supuestamente unas impresiones de pantalla de WhatsApp son falsas.
Era de esperarse esta campaña contra Alejandro Encinas, quien encabeza la Comisión. Y es que el informe de la investigación es contundente, y evidencia a quienes estuvieron implicados y a quienes ocultaron información. El caso Ayotzinapa es fundamental para este gobierno, no solo porque esclarecer qué sucedió fue una promesa de campaña del presidente López Obrador, sino por lo simbólico que es el caso.
Así lo dijo ayer el mandatario en su conferencia de prensa matutina: “El caso de los jóvenes desaparecidos de Ayotzinapa es un asunto, para nosotros, fundamental. Tenemos que conocer la verdad, aclarar bien lo que sucedió, castigar a los responsables y, lo más importante, saber dónde están los muchachos”.
Ciertos opositores, en aras de aprovechar todo para generar guerra sucia contra este gobierno, buscan -por todos los medios posibles- desacreditar la investigación, manchar lo que se ha hecho y afirmar que lo que ha realizado la Comisión ha sido un rotundo fracaso. Son obvios en eso. Y muy ruines.