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El pentapichichi participó en 3 Mundiales, donde cosechó un sólo gol; pudo acudir a más Copas del Mundo, pero por decisiones de directivos, no lo logró
Carlos Horta Martínez
“Si yo hubiera jugado en otra Selección y no en México, yo habría ganado la Copa del Mundo, pero me tocó jugar con México”, palabras de Hugo Sánchez.
Es el mejor futbolista mexicano de la historia, conquistó Europa, maravilló en el Real Madrid, se le cataloga como uno de los grandes delanteros de la historia… pero el Pentapichichi nunca trascendió en los Mundiales.
Lo cierto es que los números no mienten: Sánchez jugó tres Mundiales en 1978, 1986 y 1994, en los que disputó ocho partidos, todos como titular, pero solo dos en instancias decisivas: los octavos y cuartos de final en México 86.
“Hugo es el mejor jugador de todos los tiempos de México, goleador, que puso el nombre de México en lo más alto. Desafortunadamente, no lo pudo hacer con la Selección Mexicana, donde tuvo muchas circunstancias que se confabularon para que no pudiera trascender, como los errores de directivos”, señaló Enrique Perro Bermúdez para Diario BASTA.
En la Copa que se jugó en México 86, anotó su único gol mundialista contra Bélgica y falló un penalti ante Paraguay, mientras que en su historial figuran tres amonestaciones y también el haber sido integrante de la Selección Mexicana con peor participación en una cita máxima, en Argentina 78, cuando el Tri terminó último con cero puntos y -10 de diferencia de gol.
Sánchez Márquez brilló en España, donde es considerado un ídolo, tras saborear la gloria con el Atlético de Madrid, tras ganar una Copa del Rey y su primer Pichichi, como máximo goleador en LaLiga, pero consiguió el reconocimiento mundial con el Real Madrid, se volvió leyenda, tras conseguir 5 ligas, 1 Copa UEFA, 1 Copa del Rey y 3 Supercopas de España, destacando como máximo goleador del equipo, con quienes ganó otros cuatro Pichichis y la Bota de Oro de Europa, con 38 goles, a un solo toque, que le dio también el quinto trofeo a mejor goleador en España.
Se convirtió en el extranjero con más goles en la historia de la Liga de España. Claro, después llegaría un tal Lionel Messi.
“Estaba listo para seis, desde el 78. En el 82 no fue México. En el 86, sí estuve. En el 90, cuando mejor estaba, tampoco fuimos. Sí estuve en el 94. Y en el 98 solicité jugar un minuto para jugar mi cuarta Copa… y no me dejaron. Me quedé con tres”, expresó Hugo, quien no perdona que los directivos mexicanos doblaran las manos en la clasificatoria rumbo al Mundial de España 1982, ya que el Hexagonal se celebró en una sola sede: Tegucigalpa.
Sobre el mismo tema, el Perro Bermúdez, quien vivió en Honduras, uno de los momentos más tristes de una Selección Mexicana señaló: “En Honduras, en 1981, eliminada la Selección Mexicana, fue el momento más triste, por la eliminación con gol del Mágico González. Había grandes jugadores mexicanos como Hugo Sánchez, Manuel Manzo, Tomas Boy, fue tristísimo. La Federación Mexicana de Futbol cometió un error gravísimo y lo pagó con la eliminación, al aceptar que fuera en una sola sede”.
En México 86, apenas aportó un gol (en el 2-1 ante Bélgica, en el Azteca), erró un penal, teniendo el papel de la máxima figura mexicana en Europa.
Mayor dolor sintió en Italia 90, Mundial al que habría llegado en el mejor momento de su carrera debido a que recién había ganado la Bota de Oro, al máximo goleador de Ligas Europeas, en la temporada 1989-90.
No obstante, dos años antes de la justa, la FIFA aplicó una sanción ejemplar al futbol mexicano al suspenderlo dos años de toda competencia internacional, luego de que se descubrió que la Sub 20 alineó cachirules en la clasificatoria rumbo al Mundial juvenil.
Durante el proceso del Mundial de Estados Unidos 1994, fue parte de la eliminatoria mundialista y de la Copa América, en donde el Tri, pudo lograr el subcampeonato, perdiendo la final ante Argentina en 1993.
Para el Estados Unidos 94, sólo jugó un partido ante Noruega, y vio como el Tri avanzaba a octavos de final, para ser eliminado ante Bulgaria, partido de la rencilla con el técnico Miguel Mejía Barón, quien decidió no meterlo para tirar los penales ante los búlgaros.
Todavía, ahora que ya no juega, el nombre de Hugo está sentado en las mesas y en los bares donde de fútbol se habla. También camina por las calles de Madrid, cruza la Puerta de Alcalá, transita por el Paseo de la Castellana incluso aunque viva en otro rincón del mundo, en otro continente. Era un acróbata: el inmenso gol de chilena que le convirtió al Logroñés, en Chamartín, hace ya más de tres décadas, sigue siendo un lugar en la memoria de cualquier madridista y de cualquier futbolero.
El niño de oro
La historia del futbol no sería la misma sin Hugo Sánchez. No solo de México, pues fue uno de los mejores de su época