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Javier Lagunas
En las conferencias matutinas de la semana que hoy concluye, el presidente ha pasado un tiempo significativo de sus intervenciones enviando repetidos mensajes sobre estos y los tiempos pasados en el ejercicio presidencial.
Uno de ellos ha sido que ahora, el problema de la inseguridad se atiende diariamente por el primer mandatario en persona cada mañana, de cada día desde el inicio de su administración; antes, este fenómeno era delegado al gabinete de seguridad de quien sólo
recibía reportes insubstanciales, hoy, sé de primera mano qué ocurre y no sólo eso, también se atiende de manera directa –infiere AMLO –.
En otra “mañanera” de esta semana, frente a los cuestionamientos malintencionados de Jorge Ramos en el tema de los homicidios dolosos, el mensaje fue que, a sus adversarios partidistas, de los grandes medios y de algún sector de la cúpula empresarial, NO le importan las vidas perdidas; yo sé que a ellos lo que más les complace es el hecho de poder culpar a mi gobierno cada vez que se registra un hecho de estos, “te conozco bacalao aunque vengas disfrazao” fue el refrán popular con el que dijo a sus detractores que se engañan solos porque él conoce la finalidad de cada cuestionamiento en torno al tema y la ciudadanía en lo general, entiende que
se trata de ataques y no de análisis serio e imparcial.
Finalmente, al advertir, por ejemplo, que la Corte ha frenado más de una vez sus proyectos, temporalmente algunos y de forma permanente otros, se han caído los argumentos de sus opositores para tacharlo de autoritario o dictador, les gritó que están siendo testigos vivos de una verdadera democracia y división de poderes.