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Se realizó la última ceremonia de cuerpo presente a la monarco; el evento marcó el fin de una era para el Reino Unido
Aldo Arroyo Pellón
El funeral de la reina Isabel II, tuvo lugar el lunes 19 de septiembre en Londres, capital del Reino Unido. Las exequias de la Reina fueron el primer funeral de Estado efectuado desde 1965, cuando se homenajeó al primer ministro Winston Churchill y fue la primera vez que se realizó un funeral real desde 1952, fecha en la cual se le dio sepultura al padre de la Reina, el Rey Jorge VI.
Con una lista de invitados especiales de 500 personalidades, que incluía realeza, jefes de estados, dignatarios, y celebridades; presentó un reto logístico de magnitudes enormes para la policía londinense. El operativo de seguridad para el funeral de la reina, fue el más grande en la historia de la policía metropolitana de Londres, la cual utilizó a sus 34 mil efectivos durante toda la operación, además de cientos
de soldados pertenecientes a las fuerzas armadas.
Durante el servicio en la Abadía de Westminster, al frente y más cercanos al ataúd estuvo la familia real, incluidos los cuatro hijos de la reina con sus esposas. El rey Carlos III con su consorte Camila, tuvo a su lado a la princesa real y su esposo, el futuro rey William, duque de York; acompañados sorpresivamente de su hermano Harry y su pareja, la condesa de Sussex.
El funeral estuvo lleno de rituales ostentosos, estimándose un costo para el pueblo británico de 6 a 9 millones de libras esterlinas. Entre los momentos que más destacaron del cortejo fúnebre, está el proceso de retiro de los símbolos reales del ataúd de la reina, durante el servicio religioso realizado en Westminster, de manera solemne se retiró la corona, el orbe real, y el cetro de mando real, todos símbolos del poder monárquico británico.
De manera prominente, la propia corona de la reina tiene un diamante en el centro, extraído de Sudáfrica de manera ilegal durante el apartheid, el orbe tiene un rubí robado de la India y que hasta la fecha es reclamado por el gobierno de aquel país; y el cetro está hecho de oro obtenido ilegalmente de sus colonias africanas.
El funeral de Isabel II, marca el fin de una era del poder colonial europeo, al ser la última monarca que quedaba de una época en la que las potencias europeas controlaban a su gusto las colonias y territorios conquistados.
