51 lecturas
Javier Lagunas
Por enésima vez, el presidente confirma no solo a sus detractores sino a los propios morenistas que él NO impondrá o decidirá candidato, en este caso
para el gobierno de la CDMX y lo hace del mismo modo que los aspirantes a sucederlo.
En su conferencia matutina ante el cuestionamiento, “¿a quién visualiza usted para ocupar el cargo a la secretaria Rosa Icela Rodríguez, a Martí Batres, al diputado Noroña o a la alcaldesa Clara Brugada?” ¿los cuatro podrían ser?, AMLO responde tranquila y abiertamente: “sí, y deben de haber más…en este caso de Morena, aunque lo podrían hacer todos los partidos, decide que son 10 o 20, o 30, los que se inscriban…y estos compañeros, compañeras, ciudadanas, ciudadanos, van a encuestas para ver quién es quién con la gente, porque es el pueblo el que manda, y de esa manera se va a decidir”.
El mensaje es claro, bueno, para quienes tercamente insisten en que tiene un afán de imponer candidatos no lo ha sido; sin embargo, casi a diario parece gritarles a quienes pretenden competir por Morena, tanto a la CDMX como a Palacio Nacional, mejor vayan a las bases, al pueblo, mídanse ahí, con ellos, NO conmigo –esa es su única postura –.
También indica a los reporteros que pierden el tiempo tratando de hacerlo caer en su juego pues, si ellos le mencionan tres o cinco nombres, él dirá que esos y por qué no otros cinco más o los que sean, porque al final decidirán las encuestas, lo crean o no.
Por supuesto, a muchos les aterra entrar a ellas porque NO saben jugar limpio y se saben (como Monreal), poco apreciados, poco empáticos e impopulares entre la ciudadanía, pero ese es SU problema y no de AMLO.