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Alejandro Armenta Mier
Tanto la marihuana como el cáñamo son derivados del Cannabis Sativa, esta especie de una sola planta, abarca diferentes variedades y cepas cultivadas con diferentes propósitos; cabe mencionar que comúnmente a la marihuana se le ha llamado cannabis.
Al ser el cáñamo una variante de la planta cannabis, el Senado de la República construye un modelo para la regulación de cannabis, para impulsar la economía social y las cadenas de valor de la planta, con
productos como el cáñamo.
Este cultivo, acompañado de una política integral para el desarrollo de esta industria, puede generar cadenas de valor y enormes beneficios para el combate a la pobreza de amplias regiones del país.
La nueva ley que se construye en el Senado para regular el cannabis, está enfocada en la comercialización, investigación, así como la producción de cáñamo con propósitos industriales.
Es necesario transitar con una legislación integral que incluya la creación de una regulación del cannabis psicoactivo (uso medicinal) y cannabis no psicoactivo para usos industriales de sus derivados. Se espera de esta industria un crecimiento mundial superior a los 166 mil millones de dólares para el año 2025 ya que 32 países permiten legalmente la producción de cáñamo y han desarrollado importantes industrias vinculadas.
China produce más de la mitad del cáñamo a nivel mundial vinculada a la industria textil y a la exportación y en América Latina solamente Chile y Uruguay producen legalmente cáñamo industrial. México podría convertirse en la próxima potencia mundial en materia de uso industrial del cáñamo, además nuestro país cuenta con excelentes condiciones ambientales, abundante mano de obra calificada y cercanía con Estados Unidos.