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Javier Lagunas
“Si el transitorio de la Constitución vence en marzo, en abril (de 2024) yo ya terminé, prácticamente en unos meses después, sí, pero no quiero que el día de mañana vuelva a pasar lo que sucedió con la Policía Federal Preventiva, que se corrompió”.
De ese modo se refirió el presidente en su conferencia del viernes 12 de agosto al tema de que la Guardia Nacional pase a mando de la Sedena. Así, envía un claro mensaje: él dejará un cuerpo profesional para las tareas de seguridad pública y
los soldados regresarán a sus cuarteles, si ese cuerpo se pervierte porque un gobierno federal lo permite e incluso lo auspicie, será responsabilidad exclusiva de ellos y el pueblo lo sabrá –parece decirles a los que se oponen a la GN –.
TRASCENDENCIA
En otro pasaje de su intervención, refiriéndose a su futuro cercano, AMLO utilizó con maestría el sarcasmo al afirmar: “no voy a estar opinando, no voy a estar participando en conferencias,
en ningún evento, nada, ya termino mi ciclo…aun así, se van a estar acordando de mí, me van a estar recordando”.
¿Qué dijo sin decirlo?, simple, constitucional y políticamente hablando, será tan difícil volver atrás, que el coraje contra él perdurará más allá de su gestión pues los cambios continuarán implicando que les resulte en extremo difícil seguir saqueando el país y eso, siempre y cuando, por algún “milagro”, los conservadores recuperen el poder.
“Va quedar muy avanzada la tarea, casi terminada, ya la gente está muy consciente, muy politizada”, aseguró el mandatario. Con ello lanza una advertencia velada en el sentido de que cualquier cambio que signifique retrotraer lo logrado, les resultará muy caro.