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Samuel Cantón Zetina
Pasó con el PRD: tribus dispersas que finalmente fueron tomadas por oportunistas y vulgares ambiciosos. El actual presidente se decepcionó del rumbo al que fueron llevadas, tras alcanzar el partido una tajada importante del poder público.
Obrador emigró y fundó una nueva organización. La historia se repite: fariseos y vividores hacen grupos para apoderarse de MORENA y sus generosas cuotas de poder. Son ahora muy superiores a las que llegó
a tener PRD.
El año entrante, que gane Edomex y Coahuila -según encuestas-, el guinda será dueño de prácticamente el territorio nacional. Tampoco esta vez se atienden las pautas dictadas por AMLO.
El martes 26, advirtió que no se trata de ser candidato “aiga sido como haiga sido” (Borolas), y que en su movimiento se lucha por principios e ideales. Habría de reconocer, sin embargo, que entre sus compañeros todavía hay “rémoras del antiguo régimen, de sus vicios, de sus mañas…”
Dos días más tarde, pidió no replicar prácticas como la de los acarreados: “Nada que ¿a dónde vas?, meee… ¿a dónde te llevan?… meeee…” Sentenció que sobre todo los que buscan la transformación, no hacen trampa. “El antidemocrático no es de izquierda; el corrupto no es de izquierda; el que quiere triunfar a toda costa, sin escrúpulos morales de ninguna índole, no es de izquierda; es conservador, oportunista, arribista, convenenciero…”
Contrario a sus prédicas, regaños y reglas, en la elección de delegados de fin de semana abundó la violencia, y las denuncias de acarreo, compra y coacción del voto -no faltaron las brigadas cazamapaches-, y uso
de recursos públicos para favorecer a clanes y personajes.