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Ana María Vázquez
“Con un pie de igualdad” han sido las palabras del mandatario norteamericano Biden hacia el Presidente Obrador, a propósito del rescate que el gobierno mexicano está haciendo del petróleo y la industria eléctrica. En un diario de circulación nacional, se dice que una disputa por el T-MEC podría costar al país hasta 30 mil millones de dólares.
Las voces que nunca están de acuerdo con la política del Mandatario AMLO se rasgan las vestiduras ante algo que aún no sucede, un “podría” no es certeza, sin embargo, prestos a la crítica y el denuesto, el único
presidente que le apuesta por el país y su rescate tiene también que luchar contra voces internas de los que “supuestamente saben”, y que defienden a empresas extranjeras. AMLO los llamó “traidores a la patria”.
Se ha cansado de decir, pero sobre todo de demostrar que México no es una colonia, que sus derechos y soberanía tienen que respetarse y, sin embargo, aquellas voces siguen desgañitándose a fuerza de críticas y reclamos, como queriendo que vuelva el colonialismo, la rapacidad, la mentira y la simulación que eran característica de los gobiernos anteriores. Viajaban mucho al extranjero, eso sí, con escoltas y avión presidencial (del que no tiene ni Obama), para formarse frente al presidente en turno como si Norteamérica fuera el patrón, como si no pudiéramos tener autonomía, como si fuéramos incapaces de tomar decisiones. Mil veces vimos por televisión, con dolor y amargura, a mandatarios rendir pleitesía a gobernantes extranjeros, como si estos fueran reyes del universo y no nuestros iguales.
Hoy México es libre y soberano, nuestro Presidente no es títere ni pelele de algún gobierno del exterior. A los que tanto les duele, les recordaré que pocas semanas antes de dejar el cargo, Enrique Peña Nieto
solicitó y le fue otorgado un crédito por 10 mil millones de dólares para “propósitos generales”, pasando del 33.8 al 48.2% del PIB. Traducido en pesos y centavos, sumaban 10 billones 58 mil 766 millones de pesos, esos que pagamos usted y yo.
Parece ya una frase gastada, pero cabe la pregunta: ¿dónde estaban cuando a 19 semanas de terminar el sexenio, Peña nos dejó una estocada más? A un gobierno que se preocupa por los pobres, por dejar obras que cimenten el crecimiento del país, que ha controlado la inflación, no obstante guerra y pandemia, le regatean todo, hasta lo que no ha sucedido.