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Ana María Vázquez
Alemania se prepara, dicen, para imponer medidas y paliar la crisis energética que vive el mundo, por lo que han pedido: racionar la electricidad, acortar las duchas, bajar a 2 grados la calefacción, apagar electrodomésticos, no usar el coche y volver al carbón.
Es solo una muestra de lo que vive Europa, la crisis es real y grave, la pandemia detuvo la economía y la guerra ha colapsado a los países cuya dependencia energética de Rusia era vital. A veces creo que es un mago; visionario sí que lo es.
¿Recuerdas cuando AMLO habló de reactivar las refinerías?, ¿cuando se compró Deer Park, cuando se empeñó en construir Dos Bocas contra viento y marea de los que clamaban por energías limpias? Es evidente y necesaria la transición a nuevos sistemas no contaminantes, pero en el inter, ¿qué se hará con aquellos que necesitan de energía eléctrica para vivir, el gas para cocinar, los hospitales para funcionar?
Cuando nos dijeron que la “gallina de los huevos de oro” se acabó no se hacía algún tránsito a recursos no contaminantes, se estaba generando la dependencia del país a medios extranjeros, de seguir así, estaríamos
hoy tal vez en la misma situación que Europa. Este gobierno ha insistido y fomentado la autosuficiencia alimentaria, reactivación del campo y producción primero para consumo personal antes que para intercambio internacional.
He dejado de ver que lo mejor de las cosechas se va al extranjero, donde regresaban empacadas y selladas… bella producción MEXICANA que nos revendían. Los tratados comerciales se respetan, pero nunca por encima del bienestar del pueblo. ¿Tú darías sobras a tu familia y regalarías lo mejor?, es lógica. Donde sé, en lo que más dependíamos de Rusia era en fertilizantes y ya se puso en marcha un plan de producción que alivie cuanto antes, la tremenda necesidad que el campo tiene de ellos.
Nuestro país es tan maravilloso como grande, son millones los problemas que a diario se confrontan, pero la idea es no crear más, sino revertirlos; el neoliberalismo es grande y profunda, cinturones de violencia, de pobreza, de desigualdad se van cerrando, sin embargo, cuando se revisan los índices vemos que en muchos territorios aún son altas las cifras y es en los gobiernos no afines a la ideología de la “4T” donde se notan más claramente las omisiones y con ello buscan “pegar al gobierno”, cuando en realidad le pegan a la ciudadanía, que tarde o temprano les pasará factura.
