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Javier Lagunas
En su intervención al inaugurar la Refinería Olmeca en Dos Bocas, que ese día sustituyó a su conferencia matutina, el presidente dejó varios mensajes.
No fueron textuales pero sus palabras reafirmaron la postura no sólo de él sino de su gobierno en materia energética. AMLO entiende que las energías limpias llegarán más temprano que tarde, no se cierra a esa realidad, benéfica además, para la salud y el medio ambiente, pero también es plenamente consciente de que eso tardará.
Está diciendo, no debemos caer en la falsa idea de que el petróleo y las gasolinas serán desplazados por vehículos eléctricos, caer en ello sería abandonar el aumento en la producción petrolera y la refinación con las
perjudiciales consecuencia financieras de continuar importando altos volúmenes de gasolinas.
En su reconocimiento al cumplimiento de la secretaria de Energía, Rocío Nahle, al señalar que “no son cargos, son encargos”, manda un duro mensaje al resto de su equipo, al menos a quienes aún no alcanzan
a comprometerse con la dinámica de trabajo de la 4T y los conmina (tal vez les advierte) a dejar el escritorio y salir al encuentro de la gente y la problemática para resolverla en el territorio.
La titular de Energía – aprueba AMLO –se comprometió y cumplió “porque en tiempos de transformación lo más importante es la acción”.
¿A quiénes se dirige?: a los integrantes de su gabinete que no muestran acción o bien, es un mensaje para algunos aspirantes insinuándoles: me fijo mucho en quienes ejecutan las cosas que mi gobierno proyectó, como diciendo, sólo en los que tienen merecimientos para sucederme.
