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Ricardo Sevilla
Más que desesperados, los neoliberales están iracundos. Y es que la pestífera campaña contra López Obrador no funciona. Ni los dardos envenenados ni las calumnias logran que el gobierno de AMLO se derrumbe, como ellos quieren. La manipulación informativa no marcha nada bien. Al contrario: los niveles de popularidad del tabasqueño continúan creciendo.
Y los jefes de la derecha pierden los estribos porque la desinformación no hace mella en López Obrador. Hace tiempo ordenaron a sus voceros que gritaran que el primer mandatario era “un peligro para México”; los mandaron a decir que AMLO convertiría a México en Venezuela; les pagaron para que vociferaran que el Presidente tenía vínculos con el crimen organizado, pero ninguno de sus infundios logró impactar en el ánimo del pueblo.
Y es ahí cuando los jefes de la manipulación informativa, fuera de sí, comienzan a dar gritos destemplados contra sus empleados. Y se dan cuenta que las millonarias cantidades que han gastado en los sicarios de la pluma han sido en vano. Y entonces, exasperados, se les ordena disparar a quemarropa.
Loret de Mola, Brozo, Krauze, LópezDóriga, Aguilar Camín, Denisse Dresser, Anabel Hernández, regañados por sus patrones, comienzan su delirante embestida. Acusan a López Obrador de cualquier estulticia, pero como no ofrecen alguna prueba, ni un solo dato duro, la audiencia se indigna y se da cuenta de lo que realmente son: unos cretinos que, con el fin de meterse unos pesos a la bolsa, son capaces de vender su alma al diablo.
Por eso no sorprende que, siguiendo al pie de la letra sus instintos animales, un puñado de sicarios de la pluma, a través de granjas de bots, hayan atacado descarnadamente al hijo menor del Presidente.
Y al ver tanta vileza, uno se pregunta: ¿Qué harán estos neoliberales rabiosos si llegan, de nueva cuenta, al poder? ¿Utilizar a los niños y a las niñas como blancos de guerra? ¿Lanzar a la hoguera de las infamias a los menores de edad con tal de salirse con la suya? No cabe duda de que esta oposición, hay que decirlo con todas sus letras, está mortalmente derrotada. Y no debe regresar nunca al poder.
