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Javier Lagunas
En la Mañanera del pasado viernes 27 de mayo, una reportera le cuestionaba insistentemente al Presidente sobre el juicio político que se le sigue en el Congreso del estado (Sinaloa) al alcalde de Culiacán. Le llegó a decir “no ha sido la primera vez que usted le ordena al alcalde atender a las viudas de los policías e inquirirle sí él creía que se merecía la destitución…”
La respuesta de AMLO fue que él no puede opinar ni en favor ni en contra en esos casos, que es un asunto de los ciudadanos y del municipio, que no le correspondía ni era prudente. “Yo NO doy órdenes más que
a funcionarios federales, sepan que existe autonomía de estados y municipios”, deja el mensaje para quienes aún viven en el país de un presidente supremo y depositario de los tres Poderes de la Unión.
Con tal respuesta está llamando, no sólo a muchos periodistas y reporteros que asisten a sus conferencias matutinas, sino a sus detractores a releer textos de primaria y secundaria, recordándoles la existencia de
tres niveles de gobierno: federal, estatal y municipal.
Mismo mensaje que envía cada vez que acusan al fiscal general de la República de no actuar o de hacerlo en determinada manera: “el fiscal y la dependencia son autónomos, entiéndalo de una buena vez, yo NO soy
el jefe de él ni ordeno a quién ni cómo investigar”.
Ocurre igual cuando denuncian a fiscalías estatales, AMLO deja claro, aunque no lo escuchan ni parecen aprender, que el Ejecutivo federal puede colaborar respetando las soberanías de los estados, pero debe entenderse que cada ámbito público tiene sus obligaciones, “porque no cuestionan a los gobernadores panistas que no atienden sus asuntos en ese tema que es de competencia estatal”, eso les dice pero NO captan.