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“Precios justos”; no controlados, contra inflación, se ve como un parteaguas para la economía nacional
Luis Carlos Silva y Juan Hernández
CDMX.- La magia de levantar un país llamado México, se concentra en una frase: Todos a hacer su parte. Una investigación de Diario Basta complementada con entrevistas a representantes de los sectores involucrados en la producción, distribución y venta de productos básicos revela que esta es una medida adecuada y urgente.
El crecimiento de la inflación a 7.72%, la cual es la más alta des de enero del año 2001, significa un dato preocupante que no se veía desde hace 20 años, porque más del 40 por ciento de la población mexicana se encuentra en situación de pobreza laboral.
Una de las recomendaciones de especialistas coinciden que en el corto plazo se proteja a las familias más vulnerables, que tengan acceso a la canasta básica. Frente a un panorama de emergencia por el alza desmedida de la inflación que presenta alcances mundiales, detonada por la pandemia la guerra en Ucrania y el alza de los energéticos entre otros factores, la propuesta de AMLO acerca de establecer “precios justos”; no controlados, contra inflación, se ve como un parteaguas para la economía nacional.
Para ello, se contempla en principio un acuerdo para homologarlos en el país; prevé precios de garantía para 24 productos de la canasta básica y otras medidas para evitar la carestía.
De los avances que se conocen, el gobierno de López Obrador se ha reunido con representantes de empresas líderes para discutir el plan.
En la fase final, previo al anuncio formal de un Plan Alimentario por parte del Presidente Andrés Manuel López Obrador, se sabe que funcionarios del gobierno federal, buscan coordinación con empresa y representantes de organismos de sector privado para contener alza de precios.
México se encuentra en los umbrales de una crisis que podría ser mayor a la de 1987 cuando inflación giraba alrededor de 140 anual, por aquellos días el equipo de Pedro Aspe diseñó un plan de estabilización denominado Pacto de Solidaridad Económica tomando en cuenta los aprendizajes de los casos fallidos de Brasil y Argentina.
LA EXPERIENCIA DE 1987
En México el plan resultó un éxito. En solamente un año se logró disminuir la inflación alrededor del 50 por ciento mediante ajustes concertados de las variables claves de la economía, como los precios de los energéticos, del tipo de cambio, aumentos salariales y aumento de precios concertados, además de aumentos de impuestos y reducciones del gasto público.
Fue un esfuerzo concertado de mediano plazo en el que todos hicieron su parte y a la concresión de esa idea se dirige el Plan Alimentario del Presidente Andrés Manuel López Obrador que está por anunciarse.
Se trata, en esta ocasión, de intentar paliar la inflación en México, convencer a los productores para que sus precios no aumenten o incluso disminuyan con el fin de detener la inflación, mientras el gobierno hace su parte al controlar los precios de los energéticos a costa de otorgar subsidios a los consumidores de gasolina y diésel principalmente.