20 lecturas
Por Eduardo López Betancourt
elb@unam.mx
AL SE ENCUENTRA EN UN VIACRUCIS
La pandemia provocó sinnúmero de
efectos nocivos, uno de ellos referente
a que los gobiernos se han enfrentado
a innumerables cuestionamientos; los
dirigentes han sido duramente criticados, llegando inclusive al derrocamiento, además, la conflictiva democrática
ha resentido golpes que amenazan con
su destrucción, haciendo presente la
sombra de la tiranía y el panorama del
absolutismo, que sin duda constituye
un riesgo.
América Latina se encuentra en un
viacrucis, las insipientes democracias
son puestas en entredicho por su permanente y sistemática falta de resultados;
también el militarismo mantiene expectativas para la toma del poder y está habido por regresar a sus antiguos lares.
Argentina, Perú y otras naciones hermanas muestran riesgos alarmantes.
Alberto Fernández, en Argentina, ha tenido que lidiar con huelgas y protestas
que debilitan su gobierno, al extremo de
que pronto pueda ser derrocado.
El caso de Pedro Castillo, en Perú, ha
sido contundente, ha sustituido 4 veces
su gabinete y los mítines que promueven
sus opositores, son casi a diario.
Es evidente que las circunstancias
de estos países influyen en sus vecinos
y es precisamente una línea que no debe perderse de vista; en buena medida la
orientación ideológica tiene un renglón
esencial, tanto en Perú como en Argentina, los lineamientos de quienes actualmente ostentan el poder, van en busca
de mejores condiciones sociales para
quienes menos tienen, pero tal vez, lejos
de buscar la unidad en esa legitima finalidad, estén atentando contra diversidad
de interese creados.
Lo esencialmente recomendable es
que los gobernantes deben ser prudentes e incluyentes.